miércoles, 30 de mayo de 2007

Fotografía: Mauricio Torres Vienne

Guitarras desde leña

Desde que construí mi primera guitarra hace más de veinticinco años, no paré más. Se volvió una obsesión imparable el tratar de modificar algunas cosas entre cada instrumento y luego escuchar que pasaba. Se trataba de encontrar EL sonido que me hiciera sentir cómodo, expresando a partir del instrumento una emoción. Descubrí que el hacer instrumentos de cuerda, específicamente guitarras, es infinitamente más que una mera mueblería fina y que mientras más adentraba en sus misterios, más misterios quedaban sin respuesta. Alimento para mi obsesión.
Originalmente partí haciendo una guitarra de cuerdas de nylon basado en un modelo de Gianini denominado Craviola, cuyo cuerpo es mitad piriforme en su parte grave y recurvado en su parte inferior con la típica cintura de la guitarra española. La madera usada fue aromo australiano ( acacia melanoxylon ) por ser una madera disponible y de bella veta color miel con destellos iridiscentes. Se utilizaba como leña en Chile entonces ( no entiendo por qué en nuestro país todo sirve de leña...) y se lo sigue haciendo hoy, luego de años supe que esta emparentado con el Koa Hawaiano ( acacia koa) cuya madera, al igual que la de nuestro aromo australiano, está reputada como entre las mejores diez del mundo para la construcción de instrumentos de cuerda. Esto tiene que ver con su composición ultraestructural, es decir su arquitectura microscópica y la calidad de sus fibras de lignina en combinación con espacios huecos, los que otorgan a ciertas maderas la calidad de " madera tonal" ( traduciendo literalmente lo que los Luthiers anglo denominan Tonewoods )